jueves, 31 de julio de 2008

Aprender una nueva palabra

Esta es otra de las tantas cosas que me producen alegría. Y la forma de caracterizarlo, es recordando la sensación de angustia que se produce cuando no somos capaces de encontrar las palabras precisas para expresarnos. O cuando se produce el fenómeno "lo tengo en la punta de la lengua". Traten de recordar, lo que experimentan cuando esa palabra llega a sus bocas, es como una liberación. El ser capaz de sacar lo que está abstractamente en la mente, para que otro lo entienda, me produce una enorme sensación de paz.
Pero volvamos a lo que nos convoca. Aprender una nueva palabra a esta altura no suele ser tan especial y no somos capaces de ver la complejidad que tiene. Imaginen un niño en el momento en que aprende a decir "papá", "mamá", "agua", "baño", etc. Esas simples y cotidianas expresiones para nosotros, a los niños, les abren el universo. Los otros comienzan a interactuar cuando ellos emiten esos sonidos, es decir, significan algo. Aprender a diferenciar entre un perro y un gato, es igual de maravilloso como lo es conocer el significado de palabras como paupérrimo o omnisciente y por ello considero que el ser capaces de tener un sistema, que permita comunicarse a un grupo tan grande de personas, es digno de agradecimiento el día de hoy.
Por últimom comparto con ustedes un regalo que me dio mi hermano, un verso de Germán Carrasco, que interpreta de alguna forma lo que intento expresar.
"Tratar de usar las palabras exactas aunque a nadie le importe".
Poema Diente de León, en "La insidia del sol sobre las cosas"

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